Cómo fijar correctamente una tela en el bastidor

Ponga el aro inferior del bastidor sobre una superficie plana y, a continuación, coloque la entretela y la tela y alíselas con la mano, sin tensionarlas.

Coloque el aro superior y presione suavemente hacia abajo. Si no puede presionar fácilmente, afloje el tornillo de sujeción y vuelva a intentarlo.

Si la tela está correctamente fijada podrá pasar los dedos por encima sin que esta se mueva, se arrugue o se ondule. Si la tela ha quedado muy suelta, sáquela del bastidor y repita el proceso desde el principio. Una vez fijada la tela en el bastidor, no tire de ella ni apriete más los tornillos, dado que su diseño podría quedar descentrado.

El proceso que hay que seguir con un bastidor magnético es prácticamente el mismo. Lo único que tiene que tener en cuenta es que para colocar el aro superior tiene que posicionarlo encima del aro inferior y dejarlo caer, procurando no pillarse los dedos dado que los imanes son muy potentes. A diferencia del bastidor estándar, un bastidor magnético permite ajustar ligeramente la tela o el estabilizador para eliminar cualquier pliegue o arruga una vez cerrado el bastidor.

Los tejidos delicados como el satén, la licra o el nailon fino pueden ser difíciles de fijar en un bastidor, puesto que tienden a resbalar y porque el bastidor puede dejar la marca del aro. La solución es colocar únicamente la entretela en el bastidor y poner la tela encima, fijándola temporalmente con un spray adhesivo o una entretela adhesiva. Si solo fija la entretela, utilice un bastidor más grande para que la tela quede perfectamente colocada encima.